Cuando empecé a practicar con el alambrado fue el candidato perfecto. Tenía ramas de casi todos los grosores, asi que me vino genial.
Cuando quise practicar un acodo, ahí estaba el pobre olmo, esperando la perrería....
Nunca va a llegar a ser nada especial, pero como ya he dicho en otras ocasiones, tengo mucho cariño a mis árboles y a este olmo más que ninguno.
Este es el intento de acodo, el resultado: un bonito callo. Así que este año no queda otra que volverlo a intentar. No lo hice en la fecha correcta. Y además creo que tendría que haber pelado más el tronco, así que sabiendo dónde pueden estar los posibles fallos, este año intentaremos que salga mejor.
Además lleva un par de meses drenando muy mal, se ve el sustrato bastante deteriorado, así que lo he querido trasplantar y ponerlo en una maceta superior para que coja fuerza. No sé si me atreveré con el acodo este año. Sino el año próximo no se libra.
Todo el cepellón de una pieza y un poco anegado. Las raíces empiezan a dar vueltas, este olmo lleva un año conmigo y ya venia en esta maceta, así que probablemente lleve en el mismo sitio dos Años mínimo.
El cepellón es bastante bueno, sólo le he recortado un poco en altura.
Y aquí reside ya en su nueva maceta, bastante más grande.
Los olmos acodan de aquella manera...Es difícil que saquen raíces por todo el perímetro. De todas formas a pesar del trasplante, yo creo que este año podrás intentarlo de nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte
Como este fuerte vuelvo a la carga. Pero lo haré mucho antes, que el año pasado se me hizo julio y creo que era demasiado tarde.
EliminarUn abrazo
Mas que un olmo parece un conejito de indias. Es así como se aprende (o por lo menos así lo hice yo).
ResponderEliminarUn abrazo.
Cualquier día me pide una zanahoria ;-)
EliminarTengo unos cuantos que han sufrido lo suyo, pero con algo hay que arrancar...
Un abrazo